Si usted tiene antecedentes familiares directos (padre, madre, o ambos) que tienen o tuvieron la enfermedad de Alzheimer, no quiere decir que necesariamente la vaya a tener; es un factor que predispone pero que no es determinante.
Si usted lleva una temporada que se olvida dónde deja las cosas, se confunde al decir los nombres, se nota más lento mentalmente y se da cuenta de ello, tenga en cuenta las siguientes consideraciones:
- Todos los seres humanos a lo largo de la vida, tenemos despiste u olvidos, ya que muchas veces pretendemos que nuestro cerebro funcione como un ordenador, que guarde todo y que rápidamente active el recuerdo nada más solicitarlo, pero nuestro cerebro, por muy perfecto que sea, no es un ordenador.
- Para poder recordar es preciso que usted sepa que no todo lo que sucede a nuestro alrededor lo almacenamos en la memoria de una forma duradera; será almacenado si prestamos atención, si lo asociamos o relacionamos con algo que previamente conocíamos o sabíamos, y de una lista de cosas (lista de la compra, tareas a realizar, lista de nombres) recordaremos con más facilidad los primeros que los últimos. Aún así no todo pasa a ser almacenado en la memoria a largo plazo, para que esto se produzca, el dato a recordar debe repetirse con frecuencia (por ejemplo, para preparar un examen, el alumno repite varias veces lo mismo hasta que lo “memoriza”), esta información aprendida se relaciona con otra complementándola de alguna manera, y se relaciona con algo significativo (cuando recordamos olores porque los asociamos a algo en concreto, etc.). A veces estamos sentados viendo una película y alguien nos pregunta de qué trata y no le podemos responder porque estábamos pensando en otra cosa y no le estábamos poniendo atención a la película.
- Las agendas, las listas de tareas a realizar, etc., son una herramienta fundamental para poder recordar lo que tenemos que hacer, sin ellas tendríamos que hacer un esfuerzo para “memorizar” lo que tenemos programado para esta semana y la que viene o para el mes, y dado que, generalmente, tenemos muchas actividades que realizar en casa y en el trabajo, es normal que se nos olvide algo.
- Cuando el nivel de estrés es alto, aparecen síntomas como ansiedad, falta de atención y concentración, etc., que influyen negativamente en nuestra memoria.
- Un síntoma constante en cualquier tipo de depresión son los trastornos de memoria, en mayor o menor grado. Por lo tanto si usted tiene depresión es normal que tenga “problemas de memoria”, y será su médico quien le asesore al respecto.
- Algunos medicamentos pueden producir enlentecimiento cognitivo y alteración de la memoria; generalmente, estos efectos secundarios vienen indicados en el prospecto, pero no en todas las personas se producen ni en la misma intensidad. Consulte con su médico si tiene alguna duda al respecto.
- El consumo habitual y excesivo de bebidas alcohólicas, provoca alteración de la memoria, así como el consumo habitual de drogas (opiáceos, drogas de diseño.)
- Enfermedades crónicas que van acompañadas de depresión, ansiedad u otros síntomas que afecten a la memoria, producen alteración de la misma, pero no significa que por ello se tenga o se vaya a tener algún tipo de demencia.