INTRODUCCIÓN

EL ENVEJECIMIENTO NORMAL

El envejecimiento es una más de las etapas del ciclo vital y, en esta etapa, igual que en todas las demás, se producen una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales.

En esta etapa de la vida no sólo se producen pérdidas, sino que hay funciones o capacidades que mantienen su actividad o incluso pueden llegar a mejorar.

En el envejecimiento normal aparecen cambios en las personas a nivel físico (arrugas y manchas en la piel, fundamentalmente en el rostro y manos; disminución de la agudeza visual (presbicia, etc.); caída del pelo, lentitud en los movimientos,…) y a nivel cognitivo pueden presentarse alteraciones leves en la velocidad en procesar la información, dificultad en aprender cosas nuevas, pequeños fallos en nuestra memoria,…En la mayoría de los casos estos cambios son muy discretos y se compensan fácilmente con la riqueza de las experiencias acumuladas, no llegando a suponer en la práctica, deterioro funcional.

DETERIORO COGNITIVO LEVE (DCL)

El deterioro cognitivo leve se refiere a aquellas personas que presentan pequeños déficit en varias áreas cognitivas pero sin deterioro funcional doméstico ni laboral y que no reúnen criterios, por tanto, para poder ser diagnosticados de demencia.
Aunque en muchos casos este estado puede permanecer estable con los años e incluso mejorar, en otros el Deterioro Cognitivo Leve constituye un estado de transición entre el envejecimiento normal y la demencia leve.

El Deterioro Cognitivo Leve en el que sólo está presente el trastorno de la memoria ha sido denominado Deterioro Cognitivo Leve amnéstico (o amnésico), ya que se define mediante la enfatización del deterioro de la memoria aislado.

Tratamiento farmacológico: no existe evidencia de que el tratamiento del Deterioro Cognitivo Leve pueda evitar su progresión a demencia. Una vez detectado, deberían descartarse y tratarse otros cuadros que puedan provocar este estado como la depresión, la ansiedad y otras enfermedades médicas. Además, ha de realizarse un seguimiento estrecho para poder detectar precozmente su posible conversión a demencia y que pueda ser tratada lo antes posible si esto sucede.

LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

Constituyen un amplio capítulo dentro de la patología neurológica. Bajo este epígrafe se incluyen un grupo de enfermedades de causa desconocida y que tienen en común el curso progresivo de los síntomas, reflejo de la desintegración paulatina de una parte o partes del sistema nervioso. Todas ellas presentan algunas características clínicas comunes en cuanto que su inicio es insidioso, y su curso progresivo, sin remisiones.

La clasificación de las enfermedades degenerativas se establece en función de las manifestaciones clínicas con las que se presentan, pudiendo entonces distinguirse aquellas que lo hacen fundamentalmente con un síndrome demencial, siendo la enfermedad de Alzheimer el más claro exponente; las que se manifiestan fundamentalmente con trastornos del movimiento y la postura, como es el caso de la enfermedad de Parkinson; las que cursan con ataxia progresiva, como la atrofia olivopontocerebelosa; aquellas en las que la clínica fundamental es la debilidad y atrofia muscular, como es el caso de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA); y otras muchas con presentaciones diversas.

Las enfermedades neurodegenerativas no tienen tratamiento curativo y las actuaciones terapéuticas son sintomáticas en algunos casos y paliativas en todos ellos.

No todas las enfermedades neurodegenerativas son demencias, pero sí puede aparecer un cuadro de demencia asociado a medida que avanza la enfermedad.

LAS DEMENCIAS

Tal como lo definen los criterios clínicos vigentes (DSM-IV), el diagnóstico de demencia requiere la existencia de un deterioro de la memoria (de la capacidad de aprender nueva información o de recordar información aprendida) y al menos de otra área cognitiva, como el lenguaje (afasia), praxis (apraxia), capacidad de reconocimiento e identificación (agnosias) y funciones ejecutivas.

El trastorno cognitivo debe ser suficientemente importante como para alterar el comportamiento social o profesional del individuo y, además, suponer un declive desde un nivel de rendimiento propio superior.

Clasificación de las demencias:

Según su edad de aparición:

  • Demencia presenil: cuando el diagnostico se establece en personas menores de 65 años
  • Demencia senil: cuando el diagnostico se establece en personas mayores de 65 años

Según su origen:

  • De origen degenerativo:
    • Enfermedad de Alzheimer
    • Demencia por cuerpos de Lewy
    • Demencia Lobar Frontotemporal, con sus variantes frontal o conductual, y temporal o del lenguaje (Afasia Progresiva no fluente y Demencia Semántica)
    • Demencia asociada a enfermedad de Parkinson
    • Enfermedad de Huntington
    • Parálisis Supranuclear Progresiva
  • De origen Vascular y formas mixtas.
  • De origen infeccioso: Neurosífilis; Asociada al SIDA; Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob; Enfermedad de Lyme; Encefalitis Herpética.
  • De origen metabólico o nutricional: Hipo e Hipertiroidismo; Hipo e Hiperparatiroidismo, suprarrenales hipofisaria; Insuficiencia renal; Insuficiencia Hepática; Enfermedad de Wilson; Déficit de vitamina B12; Déficit de ácido fólico; Pelagra.
  • De origen toxico: Asociada al alcohol: demencia alcohólica, enfermedad de Korsakoff y de Marchiafava-Bignani; Otros tóxicos: aluminio, arsénico, bismuto, plomo, etc.
  • De origen neoplásico: Tumores cerebrales primarios y metastáticos; Encefalitis límbica; Meningitis carcinomatosa

AFATE agradece al Dr. José Rojo Aladro, Neurólogo, la revisión de los contenidos de este apartado.