9. Trastornos del sueño

Los trastornos del sueño son muy frecuentes en los enfermos con enfermedad de Alzheimer.

En ocasiones las personas con demencia duermen durante el día, lo que influye en la menor necesidad de sueño nocturno. También puede suceder que estén poco activas durante el día y lleguen poco cansadas a la cama.

Muchas veces al trastorno del sueño se une a la desorientación general del enfermo, y particularmente a la desorientación en el tiempo, provocando situaciones complejas. Se despiertan sin tener conciencia de la hora o del lugar en que se hallan.

Las alteraciones del sueño pueden adquirir distintas formas. Muchos enfermos están intranquilos nerviosos, se despiertan frecuentemente, quieren ir al lavabo, se desorientan y se pierden en casa. Pueden levantarse y vestirse con el objetivo de ir a trabajar o hacer alguna cosa en particular (cocinar o ir a pagar un recibo, por ejemplo). En ocasiones se duermen fácilmente pero se despiertan muy temprano.

Recomendaciones

  • Intentar encontrar la causa que puede originar el que no tenga un sueño continuado y reparador.
  • Si tiende a dormir durante el día, trate de mantenerlo activo con cosas que pueda hacer y dar un largo paseo.
  • Evitar siestas largas.
  • Evitar que beba mucho líquido antes de dormir, pues ello provocará la necesidad de levantarse para ir al baño.
  • Hablar con su médico por si la somnolencia durante el día se debiese a un efecto secundario de algún medicamento.
  • Cuando se despierte por la noche, es importante hablarle suavemente, tranquilizarle y decirle que aún no es hora de levantarse, si es necesario acompáñelo a una ventana para que vea a es de noche. Procure evitar discusiones o situaciones tensas que despierten al resto de la familia, y si insiste en su actitud es preferible dejarle antes que entablar una discusión que sólo logrará alterarlo más y enfadar al resto de la familia; en este caso recuerde adoptar las medidas de seguridad oportunas antes de que usted vuelva a la cama. A veces vuelven sin problema a la cama tras tomar un poco de agua.
  • Compruebe que en su dormitorio hay una temperatura adecuada, a veces se despiertan porque tienen frío o calor (aunque no lo puedan decir).
  • Es fundamental mantener la rutina y horarios para acostarse y levantarse.
  • Elimine los estímulos que puedan alterar su sueño (comidas muy fuertes u opulentas, visitas muy prolongadas, mucha gente a su alrededor, etc…).
  • Intente que haya un ambiente lo más tranquilo posible al acostarse.
  • Establezca una rutina o ritual para acostarse, intentando repetir los mismos pasos cada día.
  • Cuando tenga pesadillas, encienda la luz para que se ubique, tranquilícelo e intente que vuelva a conciliar el sueño.
  • Utilice el dormitorio sólo para dormir.
  • Recuerde que si está en otra habitación distinta a la habitual, en otra casa o al regresar a casa después de haber estado en un hospital o de vacaciones en otro sitio, es totalmente normal que tenga el sueño alterado durante algunos días.
  • No dude consultar con su médico cualquier alteración significativa, recuerde que dormir es imprescindible para el enfermo y para usted.

AFATE agradece a la Dr. Dª Lourdes Fernández López, psiquiatra, la revisión de los contenidos de este apartado.